La Separación
Considerado como un evento clave de la historia de Nimuria, la Separación tuvo lugar en el año 2 de la Era del Fénix y consagro dos de los principios fundamentales del Reino: El mandato absoluto del trono y la separación estricta y completa entre las religiones y el gobierno.
Si bien hay distintas versiones, la versión más aceptada comúnmente es que los orígenes de la Separación están en los tiempos en los que Essnol Cindersky fue mercenario en la corte de Nilt, siendo testigo de primera mano de lo peligroso que podía ser tener una religión demasiado poderosa. El ver cómo la Fe de Ausilly imponía condiciones al rey y provocaba una revuelta cuando no se plegó a ellas le causó una gran impresión e hizo que el entonces mercenario desarrollara una profunda desconfianza hacia los religiosos y, convertido ya en rey, estaba completamente decidido a hacer cuanto estuviera en su mano para evitar que le ocurriera algo similar. Y en secreto, preparó un plan con un objetivo muy concreto: Despojar a las religiones de toda la influencia pública que pudiera.
Y no era algo fácil, pues en Vagyn, todos los reinos, una vez estabilizados, habían llevado a cabo la "alianza entre el Trono y el Altar", concediendo a la religión una parcela de poder que iba desde el reconocimiento de una religión oficial financiada a través de los impuestos, que era la postura defendida por la religión más numerosa del reino, la Iglesia de Breithos, hasta la teocracia defendida por la Iglesia de Vyvasni, la segunda en número de fieles. Precisamente por la rapidez con la que se desarrollaron los acontecimientos, no son pocos los que creen que ya tenia preparado el plan desde hacia algún tiempo y que fue cuando ya tuvo el control del reino cuando decidió ponerlo en marcha.
Los primeros que supieron de las intenciones del monarca fueron el Visir y el Consejero de Leyes. Los tres se reunían a diario, incluso en domingo, a medida que se aproximaba la fecha clave, el 1 de julio del año 2. Tanto el Visir como el Consejero de Leyes, al evaluar la reacción de los cultos una vez se pusiera en marcha la Separación, llegaron a la conclusión de que las religiones menores protestarían, pero, al no estar en condiciones de plantar cara a la Corona, aceptarían. También daban por sentado que la Iglesia de Breithos protestaría más airadamente, pero que, eligiendo preservar su posición de religión mayoritaria, acabaría aceptando, siendo Vyvasni la que más les preocupaba, pues la consideraban perfectamente capaz de sublevarse, de ahí que, en secreto, el Ejército fuese puesto en alerta.
Llegó el día señalado y tres decretos fueron colocados en la puerta del Palacio Real. El primero consagraba la libertad de culto declarando que Nimuria no tendría religión oficial, el segundo vetaba con efecto inmediato al estado eclesiástico en el Consejo Real con efecto inmediato, creándose la figura del Consejero de Cultos para que ejerciera de enlace entre las religiones y el Consejo Real, y el tercero negaba la financiación real a los cultos, que deberían financiarse por su cuenta. Dos días después, un cuarto decreto vetaba, también con efecto inmediato, al estado eclesiástico de todo puesto de responsabilidad dentro de la administración real, debiendo abandonar su puesto los que ya lo tuvieran antes de una quincena. Eran las cuatro primeras de las llamadas "Leyes de Separacion", que acabarían siendo conocidas popular e históricamente como las "Leyes del Rey Essnol"
Esos decretos tuvieron el efecto de una bomba, y todo se desarrolló tal y como previeron el Visir y el Consejero de Leyes: Los cultos pequeños protestaron, pero acabaron aceptando los decretos, la iglesia de Breithos protesto muy airadamente, pero lo inquietante era el silencio de la Iglesia de Vyvasni. Para sus jerarcas, que el monarca decidiera dejar a la religión fuera del poder era más de lo que podían tolerar, que era muy poco, en realidad. Estaban convencidos de que, más temprano que tarde, el monarca promulgaría un decreto disolviendo las órdenes militantes de las religiones, algo que, en la práctica, acabaría con cualquier esperanza de revertir la Separación, por lo que decidieron sublevarse, con la intención de obligar al monarca a revocar los decretos y, en la práctica, hacerse con el control del reino, convirtiendo al rey en un títere, de manera similar a lo que hacia la Fe de Ausilly en Nilt. Por desgracia para la Iglesia de Vyvasni, la conjura fue rápidamente descubierta por el siempre eficaz servicio de inteligencia real y puesta en conocimiento tanto del Visir como del monarca. La Iglesia de Breithos fue invitada a unirse a la sublevación, pero ésta, tras examinar la situación, eligió no involucrarse, aceptando la Separación y, queriendo evitar cualquier sospecha de implicación en el complot, advirtió al Visir de las intenciones de Vyvasni.
Sabiendo que Vyvasni iba a sublevarse, la duda era cómo actuar. Las opciones eran aplastar la revuelta antes siquiera de que se produjera o esperar a que estallara para sofocarla con dureza. Finalmente, el rey se decantó por la segunda opción, pues todo eran ventajas: Vyvasni quedaría como la agresora, daría ejemplo con ella y eso le daría manos libres para seguir adelante con la Separación sin interferencia alguna por parte de los cultos, llegando a decir el Visir que, si se ejecutaba bien, Nimuria no tendría una sublevación religiosa en los próximos 100 años como mínimo. En la mañana del 10 de julio, 2.000 miembros del brazo armado de Vyvasni llegados de las zonas cercanas a Khalut llegaron a los Jardines Reales, frente al Palacio Real, pero no tardaron en verse superados por los 3.000 hombres de la Guardia de la Ciudad y otros 3.000, la mitad de los que conformaban la guarnición de Khalut. Durante un día de duros combates en las calles, los hombres de Vyvasni se vieron empujados al templo principal, que fue puesto bajo asedio. Tras dos días, y a tan solo minutos de que el Visir ordenara abrir fuego los jerarcas acabaron por rendirse.
La rebelión había sido sofocada, y todos esperaban con expectación el castigo de la Corona. Finalmente, el rey Essnol decidió dar ejemplo mostrando una severidad que pocos esperaban. Acusados de alta traición, conspiración y rebelión, todos los clérigos de la iglesia de Vyvasni, sin distinción de rango y sin importar que apoyaran o no la rebelión, fueron ejecutados sumariamente, todos sus lugares de culto fueron arrasados hasta los cimientos, sus bienes expropiados y los textos sagrados del culto fueron reducidos a cenizas. Tal fue la magnitud del castigo que, tan solo un año después de la sublevación, cualquier atisbo de que alguna vez había existido la Iglesia de Vyvasni había desaparecido, siendo conocido como el "castigo Vyvasni". Algunos consideraron que el castigo había sido desproporcionado, pero el Visir, y el Rey estaba de acuerdo, contesto que era bueno que las demás religiones supieran lo que podía hacer la Corona para que ninguna volviese a tentar a la suerte como lo había hecho Vyvasni. La opinión del Visir resulto ser correcta, porque Nimuria no volvió a tener una rebelión por motivos religiosos hasta el año 513.
Con lo ocurrido a la Iglesia de Vyvasni como una advertencia nada sutil de lo que le ocurriría a cualquier culto que intentara oponerse a sus planes, Essnol tuvo vía libre para seguir adelante con la Separación. La consecuencia más inmediata fue un decreto mediante el cual, las órdenes militantes pasaron de ser pequeños ejércitos dispuestos a alzarse en armas en cuanto el Consejo Real hiciera algo que fuese en contra de los designios divinos a ser simplemente cuerpos de protección asignados a la protección de cargos religiosos, pero en los años siguientes se promulgaron otras leyes que dejaban a la religión fuera de otro campo clave para ejercer influencia como la educación y expropiaba los templos, que pasaron a ser propiedad del estado. Tres años después, el armazón legal de la Separación estaba conformado por ocho leyes que, en su conjunto, fueron llamadas las "Leyes de Separación", pero el pueblo acabo refiriéndose a ellas como las "Leyes del Rey Essnol" o simplemente las "Leyes de Essnol"
Pero todo lo relacionado con la Separación también tuvo un profundo impacto a la hora de definir el modo de gobierno de Nimuria. El monarca había puesto en marcha la Separación sin consultar a los nobles del reino y su éxito significo el establecimiento de un poder ejecutivo fuerte radicado en la capital mientras que los nobles del reino gozaban de cierto poder en sus feudos, siempre y cuando recordaran sus límites y su obediencia a la Corona. Muchos creen que, de haberse alcanzado un concordato con la Iglesia de Breithos, podría haberse forzado un régimen en el que el Rey habría tenido que compartir forzosamente el poder con los nobles y la religion, pero la puesta en marcha de la Separación y su éxito estableció el mandato absoluto del trono: En sus feudos, los nobles tendrían algo que decir, pero a nivel general, el monarca tendría la ultima palabra.
Otro motivo de debate entre los historiadores es la actitud de la Iglesia de Breithos durante la Separación. Aunque estaban bastante molestos por las Leyes de Separación y protestaron por ellas, acabaron aceptando dichas leyes y, cuando Vyvasni decidió sublevarse, no solo rechazaron unirse a la sublevación, sino que informaron de ella a la Corona. Algunos creen que la intención inicial de Breithos era simplemente la de permanecer a la espera de ver como se desarrollaban los acontecimientos, pero todo cambio Vyvasni les sugirió una alianza para derrocar a la Corona, algo a lo que no contestaron inmediatamente, pidiéndoles unas horas para analizar la situación. No confiaban en Vyvasni, una desconfianza que ya venia de lejos debido a su fanatismo y su poco disimulada intolerancia hacia las demás religiones, y llegaron a la conclusión de que, si aceptaban, estarían condenados sin importar el vencedor: Si se aliaban con Vyvasni y la ayudaban a establecerse en el poder, la Iglesia de Breithos seria la primera en ser eliminada, y en caso de perder, lo mas probable es que ambas religiones acabaran siendo purgadas, ya fuese por una eliminación completa o por el exilio. Aunque a Breithos le disgustaban las Leyes de Separación, no iba a meterse en un pacto suicida por ello, especialmente teniendo en cuenta su posición como religión mayoritaria, así que juzgaron la Separación como un mal muchísimo menor que meterse en un pacto suicida. En cuanto a su decisión de informar a la Corona de la sublevación, es opinión casi unánime que fue una decisión tomada para evitar cualquier sospecha de que sabían del complot y miraron a otro lado, lo que habría generado dudas sobre su lealtad, algo que no deseaban en absoluto. Y posteriormente, vieron una ventaja en la ultima de ellas, la Ley de Intervención, mediante la cual la Corona se prohibía a si misma la injerencia en los asuntos de las religiones.
La puesta en marcha de la Separación y especialmente su éxito causó conmoción en Vagyn. Hasta ese momento, la idea de que un monarca rechazara abiertamente la alianza entre el Trono y el Altar y no solo eso, sino que creará una legislación orientada expresamente a incapacitar a la religión como fuerza institucional en la vida de un reino era algo sencillamente inconcebible, surgiendo una corriente llamada "separatista" que abogaba por una separación Iglesia-Estado similar a la de Nimuria. En los reinos vecinos de Katzakt, Southia y Nilt, la Fe de Ausilly reforzo su ya férreo control sobre los gobiernos de dichos reinos para evitar que tuvieran veleidades separatistas. Pero quien acabó demostrando tener una excepcional visión de futuro fue Vicar Levente, el embajador de Nilt ante la corte de Khalut, que estuvo presente durante los hechos de la sublevación de Vyvasni y siguió la evolución de la Separación durante un año antes de enviar un informe al rey de Nilt alertando de los perjuicios que podía tener para su reino un éxodo de elfos y Zerian y de las implicaciones que podía tener el éxito de la Separación para Nimuria, a largo plazo, anticipando con casi dos siglos de anticipación la expansión de Nimuria y su conversión en imperio.