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El nacimiento del Imperio

Durante los años posteriores al Gran Consejo, la reina Fayeth y su hijo Delmuth se embarcaron en una serie de reformas mediante las cuales, Nimuria dejo atras el feudalismo para convertirse en un estado moderno.

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Muchos consideran que lo que puso a Nimuria en el camino para convertirse en uno de los reinos mas poderosos del mundo fue la reforma del Ejercito. En el último año del reinado de Fayeth, su hijo Delmuth le presento una idea para, literalmente, refundar el Ejercito Real. De manera excepcional, Fayeth lo nombro Consejero Militar, siendo la primera y, hasta ahora, única vez que un miembro de la Familia Real se ha sentado en el Consejo Real como consejero. Durante ese último año, empezó a sentar las bases de su plan antes de convertirse en rey y que la ejecución quedara en manos de su sucesor como Consejero Militar, con quien trabajo estrechamente. Con la reforma que empezó Delmuth, Nimuria abandonaba el sistema de levas para establecer un ejército profesional, con reclutas procedentes de todas partes de Nimuria que sería entrenado con técnicas élficas. El reino, a su vez, fue dividido en regiones militares que permitirían, en caso de que el Ejercito fuese movilizado, movilizarlo solo donde fuese realmente necesario. Con un ejército profesional, en vez de tener que esperar días o semanas para llevar a cabo la leva, se podía tener al Ejército listo en pocas horas para una movilización parcial en la región que necesitara su presencia. Otro punto revolucionario y que escandalizo a los reinos más conservadores fue que Nimuria permitió el alistamiento de mujeres, algo visto en la mayoría de los reinos como algo inconcebible, al no tener permitido estar relacionadas de ninguna manera con el mundo militar o, de estarlo, lo estaban en la estructura civil. Pocos años después, algunas mujeres empezaron a ocupar puestos de importancia en el escalafón militar y alguna llego incluso al rango de general. Los demás reinos, convencidos de que las reformas militares de Nimuria estaban condenadas al fracaso, decidieron no aplicarlas.

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80 años despues, en el 291 de la Era del Fenix, la estructura territorial de Vagyn seguía siendo esencialmente la misma. Los países vecinos observaban con inquietud los movimientos de Aenthas, especialmente Katzakt, Southia y Nilt. A estos reinos les desagradaba Nimuria por el hecho de que, dos siglos antes, había despojado de cualquier poder político a la religión durante la llamada Separación. El régimen laico y progresista de Nimuria era completamente divergente del conservadurismo teocrático de los tres reinos en cuestión, y más que ellos, fueron los jerarcas de la Fe de Ausilly, la que gobernaba de facto los tres reinos, quienes comenzaron a entrar en un estado de paranoia, dando por sentado que Nimuria les atacaría en cualquier momento.

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De hecho, por lo que se sabía, Nimuria no tenía ninguna intención de expandirse hacia el oeste, pues los intereses de la corte de Aenthas estaban en el sur, hacia Faxnia, por lo que, de decidirse a hacer una campaña expansionista, lo más probable es que Kniavaria y Pelechia fuesen sus primeros objetivos. En un informe hecho para el Clérigo Superior de la Fe de Ausilly, se señaló que, teniendo en cuenta los pasos dados en el pasado, si se diese una eventualidad, Nimuria podría dominar con facilidad a todos sus vecinos cercanos. Se entro en el año 291 y la corte de Aenthas empezó a planificar la campaña del sur, y para ello, decidió hacer unas maniobras en el oeste, para así evitar que Kniavaria y Pelechia intuyeran que iban a ser atacados, pero eso acabo teniendo una consecuencia inesperada.

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La acumulación de tropas en dicha zona no pasó desapercibida para Katzakt, Southia y Nilt. Estos reaccionaron con una movilización parcial, aunque no atacaron inicialmente, esperando a ver qué pasaba, pero el Clérigo Superior, creyendo que se disponían a invadir, ordeno atacar a las fuerzas de Nimuria. Los reyes intentaron hacerle ver que atacar a tropas nimurianas en su propio terreno significaría una declaración de guerra por parte de Aenthas, pero el Clérigo Superior, aprovechando que los comandantes del ejército movilizado formaban parte del Ejercito Santo y, por tanto, eran leales a su persona, les dio la orden de atacar. Obviamente, no era una operación de invasión, sino una expedición punitiva para disuadir a Nimuria de atacar por el oeste, pero acabo siendo un desastre, pues las tropas reales les vieron venir de lejos y demostraron estar mucho mejor organizadas que las tropas invasoras. Viendo que la cosa podía acabar en una autentica masacre, los comandantes retiraron a sus tropas, pero el daño ya estaba hecho, la fuerza invasora sufrió 1.000 bajas.

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Una vez sabiendo del fracaso del ataque, y quizá intuyendo que sería cuestión de días que llegara la respuesta de Aenthas, el Clérigo Superior busco apoyo en los reinos vecinos, pero estos, sabiendo ya de las circunstancias del ataque a Nimuria, decidieron mantenerse al margen, con la excepción de Mudfasaland, que decidió apoyar a Nilt. Reunido de emergencia tras saber lo ocurrido, el Consejo Real ordeno la movilización del Ejercito. Conscientes de que tenían todas las de perder en caso de guerra, los tres reyes enviaron emisarios para evitarla intentando convencer al rey de que todo había sido un malentendido, pero Rheigir no estaba por la labor y despacho a los emisarios. Katzakt, Southia y Nilt habían atacado a sus tropas en territorio nimuriano y eso era algo que no podía pasar por alto, así que los despacho diciéndoles que lo hecho por sus ejércitos constituía un acto de guerra. Ese mismo día, Nimuria declaro la guerra a Katzakt, Southia y Nilt. El temor de los tres reinos y Kanaies había provocado el ataque a Nimuria y esta había contestado con la guerra, por lo que acabo convirtiéndose en una profecía autocumplida.

Situacion al inicio de la guerra

Dado que los tres reinos aun empleaban el sistema de levas, Inteligencia Militar hizo sus cálculos: Southia y Katzakt tardarían tres semanas en tener fuerzas suficientes para poder plantar cara a Nimuria, mientras que Nilt, al ser más grande, tardaría al menos una semana más. La opción preferida era la de aprovechar ese periodo de reunión de fuerzas para hacer una guerra relámpago y tomar las capitales, pillando desprevenidos a sus gobiernos, pero también sabían que, a tan solo 150 millas, tenían la Ciudad Sacra de Kanaies, la verdadera responsable del ataque. Con el Ejercito Santo como única defensa, Nimuria podía plantarse allí en una semana, y sabiendo que los comandantes de los ejércitos enemigos eran del Ejercito Santo, facilitaría mucho la campaña militar. En ese momento, no se tenía claro cual debía ser el rumbo a seguir, pero todo cambio cuando detectaron que contingentes del Ejercito Santo salían en dirección hacia Biok y Dogbury, lo que implicaba que Nimuria tenía el camino libre hacia Kanaies.

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Aprovechando una carretera construida un siglo antes, el Ejercito Real recorrio el camino hacia Kanaies sin que ninguna fuerza enemiga le molestase. Era evidente que la Fe de Ausilly no creía que Nimuria se atreviese a marchar sobre Kanaies, porque la unica fuerza que quedo en la ciudad fue su guarnición, algo que permitió a Nimuria tomar la ciudad con poca oposición. El Clérigo Superior apenas pudo enviar la orden a los contingentes para que dieran la vuelta y acudieran al rescate de Kanaies, pero enterados de esto, los comandantes decidieron atacar a los dos contingentes en campo abierto, acabando con ellos por separado. Eso supuso la destrucción total del Ejercito Santo y el final de Kanaies como Ciudad Sacra.

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Enterados de la caída de Kanaies, los representantes del Clérigo Superior, que se aseguraban de que los reyes de los tres reinos no se apartaran de los dictados de la Ciudad Sacra, tomaron el control de los asuntos militares y ordenaron a los ejércitos que acudieran al rescate de la Ciudad Sacra y del Clérigo Superior. A pesar de que los reyes intentaron hacer ver a dichos representantes que, si esos ejércitos eran derrotados, Nimuria tendría vía libre para ir hacia las capitales, los representantes dijeron que salvar al Clérigo Superior era lo único que importaba y dieron la orden de que los ejercito marcharan hacia Kanaies. Obviamente, esos movimientos no pasaron desapercibidos para Aenthas, que se apresuró a mandar tropas de refuerzo para así, tener fuerzas suficientes como para marchar sobre Southia y Katzakt sin comprometer la ocupación de Kanaies. El ejercito fue dividido en dos para que cada uno se enfrentara al de un reino. En la primera batalla, las fuerzas de Nimuria doblaban a las de Southia y estaban mejor preparadas y entrenadas, por lo que el ejército de Southia fue aplastado. En el caso de Katzakt, las fuerzas eran más parejas, pero la balanza se decantó al tener Nimuria más caballeria y arqueros. En escasamente dos semanas, Nimuria había tomado Kanaies y destruido a los ejércitos de Southia y Kazakt, por lo que no fue sorprendente que, cuando los ejércitos se acercaron a las capitales, se encontraran con las puertas abiertas y con los reyes rindiendo las ciudades, por lo que ambos reinos pasaron a estar bajo ocupación militar.

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En otras circunstancias, Aenthas habria concedido un descanso a sus tropas, pero sabia que tenia que cumplir otro objetivo, cortar el acceso de Nilt al mar. Por eso, paralelamente a la campaña terrestre, desarrollo una campaña naval con el objetivo de destruir o capturar la flota de Mudfasaland y sacar a dicho reino de la guerra. Mientras el Ejercito marchaba hacia Kanaies, la Flota Real se hizo a la mar con la intencion de aprovechar que ninguno de los otros tres reinos podia enviar ayuda y tomar la capital. Mudfasaland, sintiendose protegido por Nilt, se limito a disponer la flota en torno a la capital. Mientras el Ejercito derrotaba a los ejercitos de Southia y Kazakt la Flota Real, aprovechando una noche sin luna, ataco a la flota de Mudfasaland, hundiendo a una parte considerable y capturando otra parte, algo que, al no convocar la leva, fue fatal para la corte de Myts, que eligio rendirse inmediatamente al ver como el Ejercito Real avanzaba por la costa del sur. La campaña de Kanaies fue un exito absoluto para Nimuria, que logro ocupar los reinos aliados de Nilt y dejarle sin acceso al mar en escasamente tres semanas.

Planes de conquista.png

Campaña terrestre de Nimuria

En negro, el plan original

En dorado, el plan ejecutado

Las espadas son las batallas

Campaña naval.png

Campaña naval de Nimuria

En dorado, el avance terrestre

En azul, el avance naval

Las espadas son las batallas

Conquista y ocupacion.png

Situación tras la campaña de Kanaies

A rayas, territorios ocupados por Nimuria

Nilt estaba en una encrucijada. Si enviaba tropas al sur para intentar expulsar a las tropas de Nimuria de su costa, el enemigo podria marchar hacia Blix y ponerla bajo asedio, y si llamaban a sus tropas a la capital, darian via libre a Nimuria para moverse a sus anchas, y por desgracia para ellos, Aenthas intuyo la indecisión de la corte de Blix y empezo a avanzar desde el sur a lo largo del rio Stormitle hasta la llamada "esquina", donde el rio doblaba hacia sus dos afluentes. A pesar de que las tropas de Nilt intentaron recurrir a la guerra de desgaste, Nimuria no pico el anzuelo y evito el combate siempre que le fue posible. Llegados a ese punto, giraron ligeramente hacia el noroeste con el objetivo de dividir Nilt en dos. Finalmente, alcanzaron la frontera de Klear, donde las tropas nimurianas se detuvieron. De esta manera acabo la segunda fase de la guerra en la que volvieron a cumplir sus objetivos: Dividir Nilt en dos, algo que le permitiria actuar a sus anchas, especialmente en el oeste, donde apenas habian tropas.

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En ese momento, el mando militar concedió un descanso a sus tropas, que fue aprovechado para traer tropas de refuerzo al sur y al este, por lo que el siguiente mes fue bastante tranquilo en comparacion con los otros dos anteriores. Como ocurrio durante el avance desde el sur, las tropas de Nilt que quedaron en territorio ocupado intentaron hacer guerra de guerrillas, pero Nimuria, protegiendo las lineas de suministro y los puntos clave, evito el combate siempre que pudo y, las pocas veces que se vio forzado a combatir, tuvo exito gracias a la Inteligencia Militar. Finalmente, tras cuatro semanas de descanso, las tropas nimurianas ocuparon la zona oeste de Nilt, afirmando con los hechos que la caida del reino era cuestion de poco tiempo. De esa manera, poco a poco, Nimuria fue rodeando Blix por todas partes, y en esa situacion, el rey prefirio abrir las puertas y rendir la ciudad. El comandante nimuriano demostro ser magnanimo al respetar la vida de los soldados y prohibiendo el saqueo de la ciudad, siendo los unicos que sufrieron castigo los representantes del Clerigo Superior, a los que se les corto la mano derecha como castigo por haber alzado su espada contra Aenthas. Pero ahora todos se hacian la misma pregunta: ¿Cual iba a ser el destino de los cuatro reinos, ahora que habian sido derrotados?

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En realidad, esa era una pregunta cuya respuesta ya intuian viendo lo que ocurrio en Katzakt y Southia una vez fueron ocupadas, donde no tardo mucho en establecerse una administracion provisional. La confirmacion llego en el Dia de Medio Año, cuando Rheigir proclamo que Nilt, Southa, Katzakt y Mudfasaland serian anexionadas. Ese mismo dia se proclamo el Imperio y Rheigir recibio el titulo de Emperador. Pero el recien proclamado Emperador habia preparado algo: Ya antes del dia de la anexion, habia enviado ordenes selladas a los comandantes del Ejercito con instrucciones claras: No debian ser abiertas hasta la noche del Dia de Medio Año. Cuando se abrieron y comunicaron las ordenes, dio comienzo la Operación Limpieza: En una sola noche, toda la nobleza de los reinos anexionados fue arrestada. En los días siguientes, los nobles fueron ejecutados sumariamente mientras que las mujeres eran enviadas a otras partes del Imperio como esclavas, los niños enviados a otras partes del Imperio y sus riquezas pasaron a engrosar las arcas imperiales. No había sido algo improvisado, sino algo planificado desde Aenthas y que marcaría el patrón de actuación en futuras conquistas. Rheigir sabía que la nobleza de los reinos, que había crecido bajo el férreo control de la Fe de Ausilly, era una potencial amenaza para la estabilidad del Imperio, y eliminándola acababa con un posible núcleo de rebelión, allanando así el camino al surgimiento de una nueva nobleza leal al Imperio. Toda la region occidental permanecio dos años bajo la ley marcial.

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Aprovechando esa purga de la nobleza, los elfos y los Zerian también llevaron a cabo su venganza contra la Fe de Ausilly, una venganza que llevaban esperando casi tres siglos. Ya que los altos cargos fueron protegidos por la Corona, el blanco de su venganza fueron los clérigos de bajo nivel. Cerca de Kanaies, diez clérigos fueron arrojados a las heladas aguas de un estanque, a otro lo descuartizaron para echar sus miembros a los cerdos, otro fue atado a un arado y lo obligaron a tirar de el hasta que se derrumbo, momento en el que lo ejecutaron. Incluso aquellos cuyos antepasados se opusieron a la expulsión su día sufrieron la ira de los elfos, sirva el caso de un clérigo cuya familia al completo fue ejecutada. Y todo ello, con la aquiescencia de Aenthas, que hizo oidos sordos a las protestas durante tres semanas, momento en el que ambas razas se dieron por satisfechas y regresaron a Nimuria. En ese momento, ocurrió un momento de gran regocijo cuando el Emperador visito Kanaies, entro en el archivo de la Fe y saco las dos copias que habia alli del Edicto de Kanaies: Una fue enviada a la Biblioteca Imperial de Aenthas y la otra fue rasgada y arrojada a una hoguera por el monarca, que declaro el Edicto de Kanaies "nulo e invalido". El Clerigo Superior intento que la aplicacion de las Leyes de Separacion fuese mas lenta, pero Rheigir no hizo excepciones: Kanaies perdio su condicion de Ciudad Sacra y el Ejercito Santo fue proscrito.​ Acabada la campaña del oeste, los ojos del Emperador se posaron sobre Kniavaria y Pelechia. Estos, dada su situacion, con Nimuria al norte y rodeados por el mar, eran los reinos mas debiles del continente, por lo que el Visir cruzo la frontera con un ejercito y tomo en una campaña relámpago las ciudades de Lebevobo y Oslav, tras lo cual ambos reinos se rindieron y fueron igualmente anexionados y, tras eso, con ayuda de la flota, ocupo la isla de Asaldon, sumida en una guerra entre siete pequeños reinos que apenas pudieron hacer frente al poderío de Aenthas.

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La que acabaria siendo llamada la Primera Guerra de Conquista fue un autentico terremoto en el equilibrio de poder de Vagyn. Con esa campaña militar, Nimuria habia multiplicado su territorio y su poblacion por 2,5. Fue en ese momento cuando muchos empezaron a comprender que las denostadas reformas de Delmuth habian dado a Nimuria las herramientas para convertirse en el reino mas poderoso de Vagyn, de todo el este y uno de los mas poderosos del mundo. Desde entonces, el Emperador de Nimuria fue considerado la persona mas poderosa del Este. Y nadie dudaba de que estaba en condiciones de afrontar mas conquistas a largo plazo.

Al final de la guerra.png

Situacion tras la guerra

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